Autonomizarse
Autonomizarse contra Obedecer
Contra-pedagogías de la crueldad.
Es posible decir que existen dos proyectos históricos en curso en el planeta, orientados por corporaciones divergentes de bienestar y felicidad: el de las cosas y el de los vínculos.
El proyecto histórico centrado en las cosas como meta de satisfacción es funcional al capital y produce individuos, que a su vez se transformarán en cosas.
El proyecto histórico de los vínculos insta a la reciprocidad, que produce comunidad.
Aunque vivamos inevitablemente de forma anfibia, con un pie en cada camino, una contra-pedagogía de la crueldad trabaja la consciencia de que solamente un mundo vincular y comunitario pone límites a la cosificación de la vida.
La contra-pedagogía de la crueldad tendrá que ser una contra-pedagogía del poder y, por lo tanto, una contra-pedagogía del patriarcado, porque ella se contrapone a los elementos distintivos del orden patriarcal: mandato de maculinidad, baja empatía, crueldad, insensibilidad, burocratismo, distanciamiento, tecnocracia, formalidad, universalidad, desarraigo.
Dar
Dar contra Acumular
El asalto al Hades. La Rebelión de Edipo I
La sexualidad y el funcionamiento de la dominación. La rebelión de Edipo II
El competir con la persona que tienes al lado, en lugar de tú derramarte y ser confiado, y ser verdaderamente una relación fraternal; eso significa un genocidio cualitativo del ser humano.
Todo el modelo de socialización que tenemos está -como decían Deleuze y Guattari sobre la inflexión-; impulsado por la necesidad o impulsado por el deseo.
El deseo es derramamiento, confianza en el entorno, apoyo mutuo.
La necesidad es retención, acaparación, formación del ego. Y el ego es un mecanismo de supervivencia.
Por eso hace falta tanta autoestima, porque en este mundo no hay el apoyo mutuo que tiene que haber, y por eso te tienen que apuntalar –ahí está toda la psicología para apuntalar las individualidades-.
Lo que es patológico es la individualidad misma.
Ver también Marcel Mauss y David Graeber
Liberar
Liberar contra Controlar
No se puede descolonizar sin despatriarcalizar.
Les cambio el derecho al voto por el derecho a la redefinición radical de lo que se entiende por política.
Les cambio el derecho al matrimonio igualitario por la abolición del matrimonio.
Este preámbulo no es retórico, sino un llamado a preguntarnos alevosamente: ¿qué hacer? No qué hacer con los derechos, sino qué hacer con la política.
El problema no son los derechos, sino los mundos y proyectos políticos.
Me dedico a pensar y construir un proyecto despatriarcalizador, anticapitalista y anticolonial, que rebasa todo discurso de derechos; sean estos de mujeres, de animales, de trans o de maricas.
Pueden acusarme de perder la perspectiva de lo posible. Yo les acuso de aburrirme.
El proyecto no es tomar el poder. Ante el poder no te empoderas. Ante el poder te rebelas.
No luchamos por entrar, sino por derribar la puerta.