Anonimizar

Anonimizar contra  Autor-izar

Fernando Colina

Deseo sobre deseo.

Hasta ahora –y seguimos sin saber para cuánto tiempo de la historia de la humanidad- la guerra ensalza la diferencia, es decir, el valor y la dignidad del guerrero, la gloria del vencedor.

La primera acción que rescató al ser humano del anonimato fue la guerra y sus proezas.

Es cierto que la gran vileza de la guerra, como sostiene Levinas, proviene de que interrumpe la continuidad de las personas, pero quizá su mayor maleficio e injusticia recaiga en su capacidad para generar sentido, en su potestad para proveer el deseo y para luchar contra el aburrimiento y el hastío.

El estudio del poder (la autor-idad), y a la postre del deseo, no puede tener otro pretexto ni motivo que el final de la guerra, aunque no se observe ninguna señal en el horizonte que nos permita atisbar ese objetivo.